Fibroscan (Medición de Fibrosis Hepática)
Fibrosis Hepática, un mal silencioso en el hígado
Las personas que consumen carbohidratos y alcohol en exceso, quienes tienen hepatitis B y C, los inmunodeprimidos, los hombres y las personas mayores de 50 años son más propensos a desarrollar esta condición en el hígado.
Los síntomas suelen ser silenciosos y progresivos. Se puede vivir con ellos sin que uno se percate de su presencia hasta cuando estén muy avanzados o cuando ya no haya marcha atrás. Por ello, la Fibrosis Hepática puede ser considerada como una condición degenerativa ‘muda’ del hígado, que lleva a la persona en su etapa final a desarrollar Cirrosis.
¿Qué es la Fibrosis Hepática (FH)?
De acuerdo con los expertos consultados, es la acumulación de tejido cicatrizal y fibras de colágeno en el hígado, como resultado de su inflamación y la muerte de sus células sanas. “Esto provoca que el hígado se endurezca (es suave y esponjoso cuando está sano) y pierda progresivamente su función metabólica natural”, aclara la Dra. Hannah Pitanga Lukashok, directora del Departamento de Motilidad e Intestino Delgado del Instituto Ecuatoriano de Enfermedades Digestivas (IECED).
Las principales causas para que una persona desarrolle fibrosis hepática están vinculadas a varios factores. Uno de ellos, considerado el principal en el Ecuador es el hígado graso, asociado a la mala dieta alimenticia de los ecuatorianos.
En el país cinco de cada cien personas con hígado graso desarrollan Cirrosis (que es la fase final de la Fibrosis Hepática). “Esto significa que NO todas las personas que tienen el hígado graso terminarán con Cirrosis”, recalca el Dr. Javier Mora, especialista en Hepatología del IECED. A pesar de ello, la cirrosis es la sexta causa de muerte de los ecuatorianos en el país.
Las cuales, debido a su naturaleza compleja, hacen que el hígado este más propenso a acumular fibrosis. Según estudios de salud de EE.UU., en este país la HC es el primer factor asociado a la Cirrosis.