¿Qué es?
Las várices esofágicas son venas dilatadas y agrandadas que se encuentran en la parte final del esófago. Esta condición ocurre principalmente en personas con enfermedad hepática avanzada, como cirrosis, debido a la acumulación de presión en el sistema venoso portal, que es responsable de llevar la sangre desde los intestinos hacia el hígado. Cuando este sistema se obstruye, la sangre busca vías alternativas para volver al corazón, y una de ellas es a través de las venas del esófago.
Síntomas
- Vómitos de grandes cantidades de sangre
- Heces oscuras, alquitranadas o con sangre
- Pérdida del conocimiento en casos graves
- Coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia)
- Sangrado o formación de moretones con facilidad
- Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)
Diagnóstico
El diagnóstico de várices esofágicas se realiza mediante una combinación de los siguientes métodos:
- Endoscopia: Este es el método más preciso para diagnosticar y evaluar la gravedad de las várices.
- Estudios de imagen: se pueden realizar estudios de imagen, como una tomografía computarizada (TC) o una ecografía abdominal, para evaluar el estado del hígado y la presencia de hipertensión portal.
Tratamiento
- Ligadura de várices: se coloca una banda alrededor de las várices para detener el flujo sanguíneo y evitar que se rompan y sangren.
- Esclerosis: se inyecta una solución esclerosante en las várices para cerrarlas y prevenir la hemorragia.
- Colocación de stents: en casos graves, se puede colocar un stent metálico en el esófago para mantenerlo abierto y aliviar la presión en las várices.
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